Hola hola, esta vez les presento un foro nuevo llamado Al Kimiya, si si, lo se, es nuevo y puede que no haya mucha gente pero precisamente por eso es que quiero invitarlos a este foro y sean parte de una comunidad tan fantástica como es Al Kimiya.
Lo bonito de este foro es que implementa la "Libre Idea", esto es que cuando haces tu personaje no tienes que especificar que si es uke, seme, homosexual, bisexual, etc etc... Uno va conociendo las personas normalmente y es cuando se da cuenta de como son los personajes, sumisos, homos, divertidos y así. Es decir, implemente un buen sentido del realismo que todo buen rol debe de tener pero combinado con un poco de magia, alquimia, dragones, monstruos extraños y cosas así.
No pierdan la oportunidad de entrar a un tipo de rol diferente a muchos otros foros, yo les invito a:
Al-Kimiya
~Cuando Abras Los Ojos, Estarás Viendo La Luz Del Sol Caer En Tu Rostro~
Les dejo aqui la historia:
Nuevo Planeta, Una tierra inhóspita… Los humanos tampoco son los mismos.
Año 612 después de la era de la Colonización; esta es la nueva era del hombre. La era de la transmutación, de la transformación y el conocimiento. Planeta Xeobi, población: 356.000 habitantes. Los humanos se despidieron de la tierra hace más de seis siglos, dejándola inhabitable, a borde de la destrucción y sin posibilidad de rescate. Huyeron muy pocos, menos del 15% de la población total y con un destino predicho, se pusieron en sueño criogénico durante cuarenta y cinco años, desafortunadamente, la mayoría pereció en el trayecto. El planeta destino hace tiempo que había sido seleccionado y el camino fue directo, pese a los contratiempos del viaje.
La tierra era salvaje e inhóspita y de aquellos que sobrevivieron al viaje, muchos murieron a manos de criaturas tan impresionantes que solo existían antes en los libros de fantasía o en las novelas épicas. Se encontraron con Dragones tan groses y poderosos como se contaba en el mito; goles de piedra, de roca volcánica o de tierra, con ojos verdes o rojos brillantes y moviéndose por sí mismos como si fueran depredadores que acechan. Los hombres prefirieron alejarse de los bosques y se establecieron en chozas en grandes planicies, evitando con esto a las criaturas los tomaran como presa y descubriendo al mismo tiempo un elemento que se perdió en la tierra: la magia…
Lo que iniciara como una pequeña villa llena de cabañas individuales, se convirtió pronto en una ciudad y, más adelante en una fortaleza. Así es como nació la ciudadela Reogtos, única zona del planeta capaz de ser habitada por humanos. Han pasado más de 600 años desde que la humanidad llego a este inhóspito lugar, y en poco tiempo se ha puesto en el mapa empezando desde cero y dándole una nueva oportunidad a la magia, la hechicería y la unión con la naturaleza. Los alquimistas, desaparecidos hace mucho tiempo e incluso creyéndoles un mito, regresaron con una fuerza y un instinto mucho mayor jamás visto. Lo que antes era uno ahora se hace varios y con ello, aparece una firme confirmación de que el aqua vitae y la piedra filosofal existen.
La humanidad no es lo único que ha cambiado, ahora la tecnología se funde con la hechicería y le da una definición completamente nueva a la palabra; teniendo su base en la naturaleza y en los trabajos que los alquimistas hacen. Hay elevadores pero estos funcionan con gases combinados químicamente que se expanden en un espacio reducido provocando la ascensión. Hay vehículos, pero no pasan de algunas bicicletas o carritos de ruedas que pueden ser tirados oír un animal o moverse mediante el uso de pedales. La industria textil y de calzado ha regresado a la elaboración manual y aquí el dinero no existe, se vive mediante trueque y favores. La tierra y el habitad en general, es perfectamente habitable por el hombre, por lo que hay cultivos y ganado. El planeta cuenta con sus propias criaturas pero algunas son muy salvajes y prácticamente indomables.
Tenemos calles empedradas o de suelo de madera y edificios de hasta tres pisos, algunos empotrados en arboles tan gigantescos que podrían alcanzar el rascacielos más grande que nunca se haya hecho en la tierra. Y, al oeste pero centrado en la misma ciudadela, está el palacio de gobierno, un edificio de arquitectura bizantina en el que descansan los Poderes de la nación, también, es el hogar de nuestra soberana, la quincuagésima novena gobernante, Keops Giala una mujer de mucho carácter y temple, antigua ex alquimista que prefirió el camino del mandato y sucedió a su madre apenas hace unos dos años. Rige con severidad y justicia, poniendo un alto a aquellos que se pasen de la raya y comentan crímenes pero aunque maneja el lugar con mano de hierro, no hay quejas ni represalias. Hasta ahora, todos los gobernantes han sido honorables y justos.
Y la sociedad ha crecido por si misma bajo el régimen de los gobernantes. Ahora por cada humano normal hay entre dos y tres alquimistas, algunos son grandes herbolarios, hacedores de pócimas y brebajes para la salud; otros son aquellos que manejan la materia; los metafísicos quienes pueden crear un objeto a partir de otro en base al círculo que usen; están también los alquimistas astrológicos quienes se comunican con los espíritus y predicen el futuro y para terminar están los alquimistas que practican la metalúrgica, encargados de buscar el “aqua vitae” y la piedra filosofal con sus investigaciones. Así mismo, han aparecido jóvenes intrépidos que solo deseaban mostrar su valía y de allí, han dado forma a una nueva disciplina; los domadores de dragones hicieron su incursión en la historia en el años 346 y después de unos años aparecieron los cazadores, que, ambiciosos de comprobar si las leyendas alrededor de la carne de estas bestias era cierta, comenzaron a matarlos y a cocinarlos. Resulto que si: no solo prolonga la vida y cura enfermedades sino que también da vitalidad. Pero la cacería trajo escasez y en pos de proteger a la especie, se creó un dictamen.
Con el fin de protegerlos, se negó el derecho de cazar hembras, crías jóvenes y machos jóvenes y a partir de este aparecieron los cuidadores. Ellos suelen trabajar en conjunto con un grupo que no caza dragones pero los monta para traer bestias comestibles a Reogtos; nombrándose a sí mismo domador, crean una especie de vínculo con estas criaturas que será su bestia hasta que muera. Por una módica cantidad, ellos consiguen huevos abandonados de dragón que son entregados a los cuidadores quienes se encargan de incubarlos. Y así es como la ciudad funciona, controlada por un único gobierno y manteniendo un trabajo conjunto y estable.
Pero entre la población o más bien, entre las partes humanas de la misma, ha empezado a correr el rumor de que hay algunos que se sienten amenazados por los alquimista que parecen siempre ser mejores que los hombres comunes. El gobierno no parece querer hacer nada y solo es un observador más de todo esto que está cociéndose en la ciudad. Pero como punto nuevo, los alquimistas deben estar en un libro enorme que se encarga de llevar un registro en el que aparte de su nombre y su edad, deben poner su especialidad, generando así un conteo automático. Todo está tranquilo aun, peor ¿Quién es el que espera que pase algo?
Como siempre, el hombre tiene la posibilidad de cambiar la historia si lo desea; lo demás queda en tus manos.
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